viernes, 30 de abril de 2010

Fecha 7: Alianza

Casey


No sé qué hora era cuando me quedé dormida en el sillón del living de mi casa, había estado viendo las noticias, un 90% de los televidentes estaba feliz de que hubiera muerto Armour Woman. Obviamente, había una corporación detrás de los medios de comunicación, no iban a poner los números reales.
Agarré la notebook y revisé la red, obviamente tampoco decía mucho pero me gustó la frase “Con Armour Woman acaba de morir la última esperanza que teníamos”. Me quedé pensando que no iba a dejar las cosas así hasta que me dormí.
Cuando me desperté la llamé a Candy.
-Hola Candy, ¿podés venir a mi casa? Tengo que hablar con vos de algo.
-Dale, voy en un rato.
Mientras esperaba a Candy preparé el desayuno. Cuando tocó el timbre le abrí la puerta y le ofrecí si quería tomar algo pero ella dijo que no. Estaba algo rara…
-Estás rara, ¿te pasa algo?
-No…
Estaba segura que sí y no me lo quería decir.
-En fin, te llamé para decirte que es una decisión tomada, vamos a volver a activar el módulo de autodestrucción de la armadura.
Ella me miró, no parecía gustarle mucho la idea pero no dijo nada.
-Necesito tener un plan B por si me pasa algo, si desaparezco por favor dale esto a Taichi.
-Que bueno que no es para mí- dijo y se guardó el sobre- ¿Y por qué yo?
-Porque confío en vos y sé que se lo vas a dar de ser necesario.
-Que bueno, ya van dos personas que hacen lo mismo… son unos idiotas.
-¿Quién te pidió lo mismo?
-Nadie, dejá…
-¿Qué te pasa? Estás rara…
-No me pasa nada.
-No confiás en mí.
-No es eso.
-No te voy a obligar a que me digas nada, pero si necesitás hablar acá estoy.
-Lo de ayer… tengo miedo de que no se vuelva a repetir…
-Es solo cuestión de volver a hacer otra fiesta- le sonreí.
-Pero quizás no estemos todos.
-No tengo intenciones de morirme todavía.
No, definitivamente, eso era algo radical en ese nuevo yo, y ese nuevo yo no quería morirse, de hecho tenía muchas razones para querer estar vivo.
-¿Vamos?
-Vamos.
Cuando estábamos en el auto ella no hablaba, estaba muy callada, demasiado difícil de aceptar en alguien tan enérgico como ella. No quería atosigarla con preguntas pero la verdad es que me tenía bastante preocupada que estuviera así.
-Quizás no fue la mejor opción dejarte a vos ese sobre, lo siento.
-No, está bien, ¡si total la que tiene que soportar que no vuelva más su hermana soy yo!…- eso se le había escapado, pero también era señal de que quería decirlo y no sabía cómo. Quería ayudarla y escucharla, pero no sabía bien cómo seguir la conversación, así que le dije:
-¿Tu hermana también es netrunner?
-Un día no volvió más, se metió con una corporación. Yo tenía ocho años y ella era mi única familia.
Me quedé un rato callada hasta que por fin le dije:
-Al menos vos tuviste la posibilidad de conocerla, yo tuve un hermano, y no pude conocerlo.
-Pero vos tenías una familia…
-Hasta los dieciséis años sí.
No quise decirle más, seguramente estaba pasando por un mal momento, iba a intentar ayudarla en lo que pudiera, pero si ella no quería hablar más no podía hacer nada. Llegamos las dos y bajamos al sótano.
-Hola chicos- saludé.
-¿Cómo están tus heridas?- me preguntó Urss, pero al ver que también bajaba Casey le preguntó a él- ¿Cómo están las heridas de Elena?
Me hizo reír, era obvio que todo el mundo ya sabía lo que había pasado, esperaba que Candy hubiera podido borrar lo que habían filmado las cámaras de seguridad.
Urss estaba tratando a Bloodearth que todavía tenía heridas, bueno, no sé qué podía decir yo que todavía me dolían bastante las mías.
-Estuve viendo las noticias, y no me gusta lo que están diciendo de Armour Woman, no está bueno que digan que es positivo que haya muerto ¿podemos hacer algo?
-Dejamelo a mí- dijo Urss- Pulika, Malik, traigan la imprenta…
Urss parecía tener experiencia en ese campo, entre todos armamos un panfleto que decía “Armour Woman murió defendiendo a la gente”.
-Ahora hay que repartirlos- dijo Urss- Casey ¿sabés manejar un helicóptero?
-Yo solo manejo transportes que van por tierra, no me gusta el aire- le dijo.
-Bueno, podemos usar un auto robado…
-Ok, ok. Pero voy a necesitar protección- dijo mirándome.
Sí seguro, él iba a necesitar protección… Yo necesita protección, pero de él.
-¿Rapsky tendrás a alguien que pueda hacerlo por helicóptero?- le pregunté.
-Algo se puede hacer…- dijo y empezó a hacer llamadas.
-Ok, me voy a cambiar y bajo.
Taichi se llevó varios panfletos y se calzó sus rollers para empezar el trabajo. Llevaba también panfletos de su nuevo mini emprendimiento, un negocio de venta de artículos para deportes extremos.

No sé en qué estaba pensando cuando decidí ir con él, de hecho creo que no lo pensé, cuando me di cuenta ya había bajado para ir a buscarlo. Fuimos al garage y buscó una camioneta, la hizo arrancar sin las llaves, arrancando los cables. Así iba a parecer “robado”.
-¿Y qué tal tu vida?- me preguntó cuando vio que no le hablaba.
-Bien.
-Qué respuesta aburrida.
-No soy una persona divertida…
-A mí me pareció lo contrario, sos divertida cuando no ponés esa cara de enojada.
Sonreí. No, definitivamente no había sido una buena idea ir con él, en fin, me concentré en el trabajo de tirar los panfletos por la ventana.
-¿A dónde vamos después?
-Volvemos a la mansión.
-Podríamos ir a algún lado.
-Manejá y no molestes que para algo te pago.
En ese momento me estaba mirando mientras conducía y no vio venir un camión que se nos vino encima.
-¡Idiota!- grité y el auto frenó e hizo un giro sobre sí mismo dejando marcadas las llantas en el asfalto- No quiero morir de una forma tan estúpida ¡Tené cuidado!
Seguimos con el trabajo y cuando terminamos le dije.
-Volvamos.
-Me debés una ronda de cerveza.
Maldición, tenía razón, la vez pasada cuando me ganó la carrera él no vino, había vuelto con la moto destrozada de Richard a la mansión. Además me ponía esas caras a las que no podía decir que no.
“Elena te tiene completa y absolutamente dominada”
-Está bien, vamos a algún bar.
-La pasás bien conmigo no lo podés negar, a no ser que hayas fingido…
-Creo que se notó claramente que no estaba fingiendo.
Él se señaló la mejilla, ¿me estaba pidiendo un beso inocente? El muy maldito, sabía que no podía resistirme a esa actitud. Le di un beso en la mejilla y él arrancó. Fuimos a un bar y pedí cerveza para los dos. Hasta ese momento todavía seguía creyendo –ingenuamente- que tenía la situación controlada.
-¿Y cuándo volvemos a hacer una fiesta como la del otro día?
-Eso no va a volver a pasar…
-¿Por qué?
-¿Por qué debería decírtelo?
-Es obvio que la pasás bien conmigo no veo el problema.
-No es tan fácil.
-Te escucho…
-No lo vas a entender.
-Viví una vida escapando de los tiros, corriendo por las alcantarillas mientras me perseguían ¿por qué no lo entendería?
Quizás pensó que me estaba refiriendo a Armour Woman…
-No es eso…
-¿Entonces qué es?
En fin, no perdía nada diciéndoselo.
-¿Alguna vez estuviste enamorado de alguien?
Creo que no esperaba esa pregunta.
-No…
Eso era muy extraño, tenía casi treinta años, o eso parecía ¿y nunca había amado a nadie? Eso me pareció… triste…
-Entonces no lo vas a entender- le dije.
-Y bueno, contame.
-¿Para qué, qué querés saber?
-Conmigo ya deberías bajar esa barrera invisible que ponés con todos.
Eso me sorprendió, pero sí, tenía razón, esa barrera ahora era muy débil, y no me molestaba que así fuera.
-Hace tres años perdí todo. Mi trabajo, mis amigos, la poca familia que me quedaba. Él se convirtió en mi nuevo mundo, él me dio una razón para seguir viviendo…
-¿Y por qué no se lo decís?
-Hasta ahora lo había hecho para protegerlo.
-Además eso lo podría haber hecho cualquiera.
-Te dije que no lo ibas a entender ¿en serio nunca amaste a nadie?
-Supongo que la moto no cuenta.
-No está bueno eso, sí, te pueden cagar, te pueden hacer sufrir, pero nada se compara a lo que sentís cuando amás a alguien.
-Yo no te cagaría- dijo y se quedó unos segundos inmóvil- pero bueno, no me molestaría ser el segundo.
-Bueno, en algo tenías que ser el segundo, ahora ya sabés lo que se siente.
Decirle eso se sintió muy bien. Él se rió, aunque creo que no le gustó lo que le dije, pero no me dijo nada sobre el asunto, sin embargo cambió de tema rápidamente.
-¿Sabés conducir?
-No.
-Puedo enseñarte como cuando te enseñé a jugar al pool.
Dios, eso no podía ser nada bueno… pero una vez más le dije que sí.
Me pidió que me sentara arriba de él para enseñarme a manejar los pedales y la palanca de cambios… en ese momento supe que ya no había vuelta atrás.
Iba manejando bien hasta que él me abrazó la cintura, me empezó a costar concentrarme en el camino, pero él estaba conmigo y no iba a dejar que pase nada con el coche, era muy bueno conduciendo y también era muy bueno controlándome para que yo hiciera exactamente lo que él quería. Pero no me importó en ese momento, quería estar otra vez con él y ya no tenía excusas válidas para convencerme de lo contrario. Me llevó hasta un mirador, a esa hora no había nadie, fue el momento en que dejé de pensar, ya nada más existía que él y yo disfrutando en ese momento en la camioneta.



*****

Cuando llegué armamos una reunión con los chicos, íbamos a seguir con el plan y según Rapsky íbamos a llegar bien para la fecha en que teníamos que entregarlos. Urss había ido con él a ayudar a Makarov que hacía muchas horas que no dormía.
En ese momento Taichi llegó y tiró un sobre arriba de la mesa.
-Vuelvo en un rato- dijo y se fue.
Adentro había un video que Candy enseguida se apresuró para reproducir. El mismo mostraba a un muchacho, por lo que decía amigo de Taichi. En el video el chico parecía haber perdido toda esperanza, la causante había sido la mafia japonesa. Además le dejaba a cargo a Taichi a la hermanita de su novia fallecida.
La cara que puso Candy fue la peor que le vi en ese momento. Estaba destrozada con lo que había escuchado.
Cuando Taichi volvió nos dijo que su amigo había sido asesinado, al igual que toda su pandilla, y los responsables habían sido los “banda negra” el mismo grupo que había atacado el bar donde trabajaba Natalie, obviamente también había encontrado muestras de la sustancia que Urssula llamaba “Bloodearth sintético”.
Taichi nos dijo que la niña estaba ahora con Natalie y que la había traído con él, no podía haber hecho mejor, en la mansión iba a estar a salvo.
Y no solo esto habíamos averiguado, el amigo de Taichi, Io, era el hermano del jefe de la mafia japonesa. Le pregunté a Rapsky que sabía de este tipo y me dijo que dentro de las mafias, la peor de todas era la japonesa. Descartado que pudiéramos llegar a ese tipo para matarlo, además que iba a ser inútil porque alguien lo iba a reemplazar como bien señaló Urss.
-Tengo que hablar con la Delegación, tengo que avisar lo que está pasando.
La “Delegación” era una organización que agrupaba entre sí a todas las pandillas, excepto a los Canadian Legacy, ellos no habían querido unirse a por alguna razón.
-Avisale a todos los que puedas.
-Esperá, tomá esto- Urssula le dejó un papel con la descripción de la droga y los efectos que traía.
Taichi enseguida volvió a salir.
Miré a Candy y le dije:
-Candy, vos venís conmigo.
-¿A dónde?
-Vos seguime.
Fui al garage a buscar la Honda, Casey estaba con el camión y lo estaba desarmando, noté que estaba blindándolo. Eso sería muy útil.
-Subí- le dije- y ella me obedeció. Cuando estoy mal por algo, me hace bien correr, quizás a vos también te ayude.
Ella se agarró de mi cintura y yo salí a toda velocidad, tomé por la autopista a casi trescientos kilómetros por hora, pero ella no dijo nada.
-No pienses en nada, solo sentí la velocidad.
Corrí sin rumbo fijo, como hacía siempre que lo necesitaba. Esperaba que eso ayudara a Candy. Cuando volvimos ella bajó de la moto y me abrazó llorando. Yo la abracé y le dije:
-Tranquila, tranquila.
La llevé a mi habitación y me quedé con ella hasta que estuvo mejor y se quedó dormida.

*****

-La Delegación ya está podrida- dijo Taichi.
-Era algo que esperaba- dije.
-No me escucharon, pero hablé con un pequeño grupo. Una pandilla de las más pequeñas ¿se acuerdan del día que atacó el cyberimplantado? Él pertenecía a una de estas pandillas. Me contacté con una chica que conocí ese día y le conté todo, dijo que nos va a ayudar a avisarles a los demás.
En ese momento llegó Candy y dijo:
-Ya estoy de vuelta.
Era muy bueno escucharla decir eso.
-Candy, cuánto tiempo te llevaría desparramar la información por la red.
-Normalmente una hora, cuando estoy enfadada solo cinco minutos.
Ella comenzó a teclear en la notebook, sus dedos volaban sobre el teclado.
En ese momento Urss llamó a uno de sus contactos y cuando terminó de hablar nos dijo:
-Vamos a ir a hablar con Adam.
Ok, yo sabía quién era él, el líder de los Canadian Legacy, el esposo de una nómada de mucha influencia. Tenía contactos por todos lados, las rutas eran suyas, si conseguíamos que él se pusiera de nuestra parte… si lográbamos que entendiera la situación complicada en que estaba todo, quizás nos ayudaran.
Decidí que era momento de hablar con Richard, además ese día todavía no lo había llamado y quería saber cómo estaba.
-Hola Elena.
-Hola Richard ¿estás bien?
-Sí, todo bien.
-Seguro estás haciendo algo peligroso como siempre ¿no?
-Esta vez no, me estoy encargando del papelerío.
-Escuchame, con los chicos vamos a ir a contactarnos con alguien que creemos que puede ayudarnos, su nombre es Adam.
En ese momento escuché como si hubiera escupido lo que estaba tomando, conociéndolo supuse que era un café.
-¿Adam? Tengan mucho cuidado- hizo énfasis en esa última frase.
-No te preocupes, voy con los chicos, no va a pasar nada.
-Ok, les deseo mucha suerte entonces.
-Cuando vuelva te invito a cenar y te cuento las novedades.
-No es lo habitual, pero está bien.
Iba a hacer lo posible para ganarme la confianza de ese tal Adam, si lográbamos hacerlo sería una gran alianza para la causa.

*****

Nos encontramos con un conocido de Urss que nos advirtió:
-Yo los voy a llevar hasta él, pero no me responsabilizo de lo que pase de ahí en más.
-Ya bastante hiciste- le dijo Urss- No te preocupes.
Nos condujeron hacia las afueras de la ciudad, cuando llegamos el hombre nos dejó a cargo de los guardias quiénes nos condujeron adentro. Todo estaba oscuro, pero sentía las presencias de los que estaban allí, un movimiento en falso y estábamos muertos.
Cuando encendieron las luces vimos que efectivamente estábamos rodeados. Urss se adelantó primero hacia el centro, hasta que la frenaron. Al frente había una especie de trono donde se sentaba nuestro anfitrión. A su lado, una mujer morocha estaba sentada sobre unas cajas. Ella debía ser su esposa, la nómada.
La mujer se acercó a nosotros, nos miró uno a uno mientras decía:
-Un pandillero, un nativo, una rebelde- cuando llegó a mí no dijo nada- y una basura…- dijo deteniéndose en Rapsky- ¿Qué es lo que quieren?
Urss fue la que habló primero, les contó lo que había pasado en Estados Unidos, les contó que ella y su gente habían derrocado a CEO, pero eso no había sido suficiente, que si no hacíamos bien las cosas, otro poder iba a tomar el lugar de las corporaciones, que quizás nosotros no viéramos los cambios, pero sí nuestros nietos, que sino empezábamos hoy íbamos a estar no a setenta años, íbamos a estar a setenta años menos un día para el cambio.
Hablaba muy bien, y en ese momento me di cuenta que tanto sus ideales eran parecidos a los míos. Sí, era una idealista, siempre lo había sido, papá también, y por eso había decidido unirme a la policía…
Todos fuimos sinceros, Taichi dijo que quería proteger a la mujer que amaba y a alguien inesperado que había encontrado en su vida, Urss y yo queríamos lo mismo, libertad, proteger a aquellos que no podían defenderse por sí mismos, tratar de que los inocentes no quedaran atrapados en el fuego cruzado entre mafia, pandillas y corporaciones.
-¿Y vos por qué no vas a buscar a tu gente?
-No sé si vendrán si los llamo, yo vine por mi cuenta- dijo Bloodearth
-No perdés nada con intentarlo- le dije.
-¿Y vos?
Rapsky no dijo nada, simplemente dijo que hoy estaba en una posición en la que no sabía qué quería a futuro, que todo lo que él había creído hoy ya no era así… creo que estuvo bien, porque no le siguieron haciendo preguntas.
-¿Por qué deberíamos ayudarlos? A nosotros nadie nos ayudó.
-Porque si no lo hacen a otras personas les va a pasar lo mismo que a ustedes- dijo Taichi.
-Porque los inocentes van a morir en medio de la balacera- agregué.
-¿Inocentes? ¿Dónde hay inocentes?
-Tenés uno al lado tuyo y todavía no te diste cuenta.
Me estaba refiriendo a Taichi, que había hablado muy bien, pero no di nombres.
-¿Y vos qué es lo que buscás?
-Una vez fui policía, si bien ya no estoy con ellos los ideales que sigo son los mismos de siempre, quiero proteger a la gente que no puede hacerlo por sí misma.

Cuando terminó la conversación saqué uno de los panfletos que habíamos hecho con los chicos y se lo entregué a Adam.
-Vas a volver a saber de ella.
-No dudaba que ibas a volver a aparecer.
Sonreí, era imposible ocultarle algo a ese hombre.
-Mandale saludos al estúpido de Richard.
-Serán enviados.
Esperaba ansiosa poder ver la cara de Richard cuando le contara lo que habíamos conseguido.

Fecha 6: Resurrección

Elena


Cuando me levanté de la barra el dolor en la pierna había sido insoportable. El barman tomó un trapo y me hizo un torniquete para que dejara de sangrar. Seguía escuchando a Taichi que seguía golpeando el cadáver sobre el asfalto. Subí las escaleras a duras penas, las chicas estaban muy asustadas así que lo primero que dije fue:
-Ya todo terminó- y pregunté rápidamente- ¿Alguna de ustedes es Natalie?
-¿Natalie? ¿Dónde está Natalie?- dijo una de ellas.
Empecé a buscar y la encontré en uno de los cuartos que estaban al fondo del pasillo.
-¡Hey! ¡Hey!- le di golpecitos en la mejilla y ella se despertó sobresaltada.
-¿Quién sos?
-Soy amiga de Taichi.
Ella comenzó a llorar así que le dije:
-Tranquila- le puse una mano sobre el hombro- él está herido pero sobrevivirá. Vamos.
Me abrazó llorando y me dejó que la condujera abajo.
Rapsky y Bloodearth estaban revisando los cadáveres. Bloodearth los tomaba del tobillo los sacudía y luego los tiraba hacia atrás descartándolos. Rapsky miraba lo que caía al suelo y encontró una jeringa con restos de algún tipo de droga de color verdoso que no conocía.
El barman le sirvió un whisky doble a Natalie y yo le pedí más, era lo único que hacía que soportara el dolor de la pierna.
-¿Encontraste algo Rapsky?
-Sí, esto- dijo mostrándome la jeringa.
-¿Sabés qué es?
-No.
-Hay que llevárselo a Urss para que lo analice. Natalie ¿qué pasó arriba?
-No sé… empezaron a disparar… un chino vino y me arrastró hasta un cuarto…
-Creo que lo hicieron para que viniera Taichi- dije mirando a Rapsky.
En ese momento el barman pareció reconocer a uno de los hombres muertos.
-Ese es el mexicano…
-¿Lo conocés?- Le preguntó Rapsky.
-Sí, lo vi otras veces… creo que era de una pandilla.
Rapsky enseguida usó el teléfono del bar para hacer una llamada y lo confirmó, era un ex miembro de “movimiento latino” una pandilla de mexicanos.
-¿Será una pandilla de ex miembros de otras pandillas?- le dije.
-Habrá que esperar que venga Taichi y preguntarle por ese chino…
-Dejá que yo voy a buscarlo.
Afuera Taichi seguía golpeando al cuerpo, la cabeza ya era una masa sanguinolenta sin forma.
-¡Hey! Deberías dejar eso, tu novia te necesita.
Él golpeó varias veces más, ya sonaba el ruido del metal contra el asfalto, se paró y entró, cuando llegó miró a Natalie y se desplomó sobre la barra.
-Creo que vamos a tener que esperar por las respuestas- marqué en mi celular- Candy, necesito que nos vengas a buscar. No puedo conducir y Taichi está herido.
-Ok, dame media hora- me respondió.
-¿Media hora? Bueno dale, decile a Urss que le llevamos un regalo.
Mientras venía Candy, Rapsky habló con el barman por los arreglos del bar, era uno de sus negocios y al parecer Natalie trabajaba para él.
-Vas a tener que venir con nosotros- le dije- al menos hasta que sepamos que ya no te buscan. Es peligroso que te quedes sola.
Ella me hizo caso, no podía hacer otra cosa. Cuando llegamos a la mansión la conduje a mi habitación para que pudiera descansar ahí.
-Sentite como en tu casa, podés sacar ropa de mi placar- después pensé que seguramente a ella no le gustaría mucho la ropa que yo usaba así que agregué- y también podés cortarla o modificarla si querés…
-¿Y vos sos?
-Ya te dije que soy amiga de Taichi.
-Me refería a tu nombre.
-Elena- le dije y le tendí la mano y ella la tomó- Recorré la casa si querés, ahora tengo que irme, nos vemos después.
Bajé al sótano, Urss ya estaba atendiendo a Taichi.
-Para vos- le dije entregándole las jeringas que habíamos encontrado con Rapsky en el bar- Perdón, otra vez voy a necesitar tu ayuda…
-Siempre es un placer atenderte, bombón.

*****

Creo que dormí hasta las diez de al mañana del día siguiente, cuando me desperté fui a la habitación de Richard pero en el shacusi ya estaba Natalie.
-Perdón, pensé que no había nadie- le dije.
-No hay problema, ya te lo dejo.
-Si querés quedate ¿estuviste cómoda?
-Sí, puedo acostumbrarme a esta choza…
-Le voy a decir a Urss que te diga donde está Taichi.
-¿En qué anda ahora?
-Prefiero que te lo diga él. Es un muy buen chico tu novio.
-Si no se muere lo voy a matar yo.
Era obvio que eso no era verdad, pero seguramente le iba a pedir explicaciones a Taichi.
Me quedé en el shacusi cuando ella se fue. En el celular no tenía ningún mensaje, ninguna llamada perdida…
Llamé a Candy. Le dije que me consiguiera una entrevista con el tal Casey, no quería que ella se siguiera encargando del camión, y alguien iba a tener que ser el chofer de Armour Woman. No me hacía gracia que fuera precisamente él pero no conocía a nadie más que fuera confiable.
Me fui a poner ropa formal para recibirlo, llegó con Pulika y Malik los amigos de Urss.
-Me gusta este lugar- dijo Malik- permiso.
-Atrás hay una pileta, pasen si quieren.
Los dos salieron y Casey se quedó conmigo.
-¿Querés tomar algo?
-Sí, cerveza estará bien.
Fui a la heladera y saqué dos latas.
-No sé si Urss te comentó algo del trabajo…
-No dijo mucho ¿qué hay que conducir?
-Un camión
-Está bien, puedo hacerlo ¿y qué se supone que transporto?
-Seguramente habrás escuchado o leído sobre una mujer en armadura que anda dando vueltas por ahí y que vale cinco millones.
-¿Me estás ofreciendo un trabajo donde tengo que trasportarte a donde haya tiros y muchas probabilidades de morir? Acepto.
Ese hombre efectivamente estaba loco.
-Creo que no hace falta que te diga que es extremadamente confidencial.
-No te preocupes por eso.
-El dinero no es problema.
-Eso no me importa si voy a ser tu chofer.
-Vas a tener que estar donde yo diga en el momento que yo diga.
-Está bien, estoy acostumbrado a llegar primero.
¡Maldito! Me las iba a pagar… Me tragué mis palabras, tendría que soportarlo por el momento, además ahora estaba el pequeño detalle de que conocía mi “identidad secreta”.
-Podrías haber venido antes y no en la última carrera para quitarme la posibilidad de subir a la liga…
-Mala suerte, no pude llegar antes. Pero no te pongas mal, conducís muy bien.
-Sí, claro… ya me vas a enseñar a tomar las curvas así, y me refiero a las carreras de moto- dije antes de que pudiera retrucar.
-Si conducís por las alcantarillas esquivando balas aprendés.
-Entonces creo que no quiero saber. Algo de EE.UU. me contó Urss. En fin, podés quedarte en la mansión si querés.

*****

Era momento de ir a ver a Urss, ya estaban los resultados de los análisis de las muestras.
-Lo que trajeron es Bloodearth sintético.
-¿Qué?- dijimos al unísono.
-Eso, convierte al que se lo inyecte en copias de Bloodearth. Los efectos son una considerable degradación nerviosa.
-¿Y qué pasó con las ratas?- preguntó Taichi.
-Ninguna sobrevivió, la única que quedó es la que experimenté las células de Bloodearth, y ya está un centímetro más grande.
-¿En cuanto tiempo podría matar a un humano?
-No sé con exactitud, las ratas duraron un día.
-Lo están probando en las pandillas, como a los cyberimplantes- dijo Taichi.
-¿Conocías al chino? ¿Te buscaban a vos no?
-Yo fui el responsable de que lo expulsaran de su pandilla. Estábamos jugando un juego y él rompió las reglas usando armas de fuego. Yo lo marqué y los suyos lo expulsaron.
Miré a Rapsky.
-Entonces puede ser una pandilla de exiliados como habíamos pensado. Urss ¿te serviría tener un cuerpo para ver los efectos que provoca la droga?
-No me gustan los cuerpos frios, pero sí…
-Rapsky ¿podemos conseguir uno?
-Sí, pero creo que esto es un tema personal de Taichi, no deberíamos desviarnos del plan.
-No nos vamos a desviar, pero tanto la droga nueva como los cyberimplantes y el monstruo del otro día pueden estar relacionados.
Rapsky marcó un número y dijo:
-Hey Martin ¿qué hiciste con todos los fiambres? Ok, guardame uno, lo paso a buscar.
-Tengo que hablar con mis compañeros, deberíamos advertirles de lo que está pasando a los que podamos- dijo Taichi.
-Ok, hablá con los que puedas.

Mientras Rapsky se encargaba de ir a buscar el cuerpo fui al garage, tenía que arreglar la moto de Richard, el día anterior había “sufrido” un choque contra la barra del bar y ya ni siquiera arrancaba. Cuando llegué lo vi a Casey reparándola, tenía unos jeans holgados y no tenía puesta la remera.
-Venía a reparar la moto de mi jefe, pero veo que ya te estás encargando.
-Sí, estaba aburrido ¿me pasás una llave de cinco y medio?
Fui hasta la caja de herramientas y le alcancé lo que me estaba pidiendo.
-Que raro que una mujer sepa estas cosas…
-La moto roja que ves allá la armé yo.
-Pasame la de ocho y cuarto.
Le fui pasando lo que necesitaba, algunas piezas estaban abolladas así que me encargué de eso. La moto quedó bastante bien cuando terminamos.
-Bueno, quedó bastante bien.
-Creo que no se va a dar cuenta de lo que pasó.

Otra vez se acercaba la noche. Richard no daba señales de vida y yo estaba cada vez más preocupada. Les dije a todos si querían ir a tomar algo, no quería quedarme sola pensando en él. Fui a buscar la Harley y lo encontré a Casey subiendo a su moto.
-¿Te llevo?
-No, voy en la Harley ¿una carrera?
-Bueno dale, ¿qué apostamos?
-Lo iba a hacer porque sí.
-Es más divertido apostar.
-Bueno, ronda de cerveza para todos.
Arrancamos en el primer semáforo y en la primer recta quedé primera por muy poco, era muy bueno. Pasamos varios semáforos en rojo hasta que un camión se atravesó en mi camino, no quería perder ventaja así que intenté pasar por debajo pero no lo logré y me caí de la moto. La Harley quedó destruida por segunda vez.
-¿Estás bien?
-No- dije claramente enfadada.
-Subí que te llevo.
-No voy a dejar la moto acá.
Era la moto favorita de Richard.
-Andá que yo la llevo- me dijo y me ofreció su moto.
No le respondí nada, solo arranqué y me fui a toda velocidad. No quería seguir hablando. Maldito, sino hubiera estado herida hubiera podido ganarle…
En el bar Rapsky trajo dos mujeres a la mesa, Bloodearth estaba como su guardaespaldas. Yo no les presté atención y seguí tomando whisky. No sé bien que pasó pero dos tipos quisieron armar lío diciendo que las dos chicas eran suyas. Recuerdo que quise pegarle a uno pero entre mi estado de ebriedad, las heridas y el horrible mal humor que tenía no le hice ni cosquillas. El que sí los puso en su lugar fue Bloodearth.
-Chicos, yo me voy.
Subí a la moto de Casey, la puse en marcha y salí por la carretera. Sentía dolor en la pierna, creo que la caída me había dejado nuevas heridas, menos mal que a Urss le gustaba atenderme.
El alcohol hizo el efecto esperado, solo necesité acostarme en la cama para quedarme dormida.

*****

Llegó el tercer día y decidí que era tiempo de ir a ver como estaba Amy, hacía varios días que no iba a verla. Me llevé la Honda porque Casey estaba reparando otra vez la Harley después del golpe de la noche anterior.
Esperé hasta el mediodía y Amy llegó. Bajó del coche, entró a la casa y levantó un sobre marrón grande. Por la ventana alcancé a divisar su sonrisa cuando vio el contenido. Empezó a hacer llamadas contando la buena nueva ¿habría sido un nuevo trabajo? Lástima no poder saberlo y compartirlo con ella. La extrañaba demasiado, igual que a Edith…

Había que hacer tiempo, así que cuando volví les dije a las chicas que iba a hacer compras si querían venir. Todas se prendieron y Candy llevó el hammer porque “entraban más cosas”. Visitamos varios locales y todas me insistían en que usara minifaldas más cortas, botas largas y tops. Terminé comprando muchas cosas que sabía que no iba a usar. Eso no era estar vestida a mi criterio, pero al ser todas contra mí no tuve opción. La salida me recordó mucho a mis salidas con Amy y Edith, hacía ya varios años que no me sentía así. Efectivamente ese grupo me estaba volviendo no solo más humana, sino que me estaba haciendo volver a ser Hillary y eso me hacía sentir bien.
Fuimos a tomar unos frozen y Natalie con Urss se fueron a sentar a la mesa de unos chicos.
-No le digas a Taichi- me dijo Natalie.
Candy dijo que iba a jugar a los videos y la acompañé.
-¿A qué jugamos?- le pregunté.
-Yo voy a jugar este.
Era un juego donde tenías que pisar las luces al ritmo de la música. Traté de jugar pero las heridas todavía me dolían demasiado para hacer eso.
-Yo mejor voy a jugar a ese.
Me subí a un simulador de carreras de moto, en el panel estaban para elegir los jugadores de Vértigo Bike, incluido él ¿Por qué también me lo tenía que encontrar en el videojuego? En fin, elegí mi propio avatar a “Lady Red” en este juego definitivamente me iba mejor.
Después de un rato las chicas me fueron a buscar.
-Los hombres pagan cualquier cosa- dijo Urss- son unos idiotas.
Lo último que compré fue un tapado de cuero negro, hacía frío afuera como para salir en minifalda, botas largas, camperita haciendo juego en rojo y top blanco. Todavía no sé cómo había dejado que me hicieran vestir de esa forma…
Lo único que yo quería era olvidarme que ya habían pasado tres días de la conversación que había tenido con Richard, y después nada, otra vez, sin saber si estaba vivo o muerto. Le había preguntado a Candy, pero a ella tampoco le había mandado nada.
¿Dónde estás? ¿Por qué siempre hacés que me preocupe así?
Cuando llegamos estaban Rapsky, Malik, Pulika, y otra vez él, jugando al billar. Ya dudaba que hubiera sido una buena idea contratarlo para conducir el camión… Dejé el tapado en el perchero y cuando me acerqué recordé por qué las chicas solían vestirse de esa forma. Todos se quedaron mirándome con cara de embobados, yo me sentía saliendo de una de esas películas de tiros cuyo único guión consta de mujeres de ropa ligera, pistolas y sexo.
-Cerrá la boca o te van a entrar moscas- le dijo Urss a Casey.
-Ahora entiendo por qué siempre se visten así…- le susurré a Candy.
Urss se fue hacia la mesa de billar con claras intensiones de “sumarse al juego” y otras cosas también. Yo no quería quedarme sola, si hacía eso iba a deprimirme pensando en él, preocupada de lo que pudiera estar haciendo y no lo quería llamar por miedo a interrumpir su misión, fuera la que fuera.
-Yo también quiero jugar, pero no sé cómo.
-Vení que yo te enseño…- me dijo Casey.
En fin, un poco de diversión no me iba a hacer mal, dejé que me enseñara a pesar de que sabía que tenía claras intensiones de otra cosa. Fui a la heladera a buscar cerveza y Urss llegó para sacarlas por mí, casi se mete a la heladera conmigo. Ese abrazo me hizo acordar a Amy una vez más. Urss puso música y se armó el baile. Natalie y ella se subieron a la mesa de billar enseguida y Candy se les unió. No pasó mucho tiempo hasta que yo también estuve ahí bailando con ellas. Ya tenía bastantes cervezas encima, de hecho ya había empezado con el whisky hacía rato. Sí, iba a emborracharme, era lo mejor, así mañana ya no iba a acordarme de nada, empezaríamos con el plan y quizás Richard enviara algún mensaje…
-¡Fiesta en la pileta!- dijo Urss y todos salimos hacia el patio interno.
No pasó mucho tiempo hasta que yo también estuve en el agua, no sé cual de las tres me tiró, pero creo que no me equivoco si digo que fue Urss.
Lo único que quería era seguir tomando whisky.
-¿A mí no me servís?- me dijo Casey.
Agarré la botella y le serví el vaso hasta el tope, hice lo mismo con el mío y casi me lo bajé de un solo trago.
Todos se estaban divirtiendo, de hecho a algunos ya no los veía… En ese momento sentí una mano alrededor de mi cintura, Casey me llevó hacia él y me besó burdamente… No pasaba nada, mañana no iba a acordarme de nada… y además, me había gustado…
Me desperté a la mañana siguiente, extrañamente no sentía dolor de cabeza... Estaba abrazada a alguien, era él. Contrariamente a lo que esperaba ¡me acordaba de todo! con lujo de detalles, y cómo no acordarme, jamás había tenido una noche de sexo como esa, ni siquiera con el idiota de Riley del que estaba perdidamente enamorada.
Lo único que me había quedado de la ropa era la minifalda y la campera de cuero roja… todo había empezado en la pileta pero después fuimos al garaje. Ese torso desnudo fue mi perdición, lo único que necesitaba para terminar de dar rienda suelta a mis más bajos instintos. No sabría decir donde fue que me gustó más, si en la moto, en el frío suelo de metal del camión o en la comodidad del convertible… Sí, definitivamente había sido en la moto…
Maldito, no solo me ganó otra vez la carrera sino que además me hizo disfrutar del mejor sexo de mi vida…
Cuando bajé a desayunar estaba Candy y también había bajado él, no podía mirarlo a la cara sin acordarme de lo bien que la había pasado la noche anterior… me volvía a acordar de todo y ya sentía el calor en mi cara.
¡Basta! Me dije. Hoy era el día en que poníamos en marcha el plan, el día que iba a morir Armour Woman, al menos por un tiempo…

Llamé a Makarov, me dijo que la copia de la armadura ya estaba lista, y que también tenía reparada a la original en su totalidad.
-¿Pudiste hacer algo para que no vuelva a afectarle esa arma?
-Sí, va a resistir las microondas si te referís a eso… y además ya está listo el brazo.
Me mostró por la pantalla como los micromisiles ya estaban instalados en el nuevo brazo.
-Ok, voy a buscarlas, tenelas preparadas, vamos a empezar con el plan… Deberías dormir un poco…
-No puedo todavía hay mucho que hacer…- era obvio que disfrutaba en exceso hacer ese trabajo.
-Candy, voy a buscar la armadura, avisale a los demás.
Casey iba a manejar el camión, obviamente lo había contratado para eso, pero no quise subir adelante con él, así que subí atrás. Lo único que me faltaba, ahora me daba vergüenza mirarlo a la cara…
Cuando llegamos a la “fábrica” que le había instalado Rapsky noté que Makarov ya tenía más ojeras que ojos, a su alrededor había tazas y botellas vacías por todos lados. El café que me sirvió tenía más whisky que café.
-¿Necesitás que te traiga algo?- le pregunté.
-No, estoy bien, estoy bien.
-En fin, vamos a empezar con el plan, cualquier cosa avisanos. Te mantenemos al tanto de la situación.
Taichi ya estaba mejor y se había levantado de la cama, le pidió a Candy la escritura en chino de “Yo maté a Armour Woman”, lo escribió con aerógrafo sobre la armadura y se filmó en primera persona. Además antes la dañó en algunas partes para mostrar signos de que había habido batalla.
Lo primero iba a ser subir el video a internet y esperar las repercusiones. En el video se dejaba un mensaje críptico del lugar donde iban a dejar la armadura.
Casey se encargó de dejar el camión que habíamos comprado especialmente para la ocasión en un lugar puntual con la copia de la armadura y Candy le puso un dispositivo para que se abrieran las puertas a la hora señalada.
Casi al mismo tiempo que Candy subió el video a la red le mandé un mensaje a Richard, el mensaje solo decía: “Estoy bien”. Esperaba que lo leyera.
El rumor se esparció rápidamente. Los medios de televisión emitieron el video que Candy había subido a la red, todo el mundo lo vio. Cuando llegó el momento y se abrieron las puertas del camión enseguida los medios estuvieron ahí. Taichi y yo estábamos en el sótano, analizando toda la situación, grabando todos los programas. “Mataron a Armour Woman” era el titular en todos los noticieros.
La zona no tardó en convertirse en un desastre. Se armó un tiroteo, pero todavía quedaban algunos periodistas seguían informando poniendo en peligro sus vidas, así que pudimos ver casi toda la situación. En un momento la armadura desapareció pero no pudimos ver quién la había sacado del camión debido al humo de las explosiones. La seguimos con el rastreador hasta el Banco Corporativo, la señal se detuvo allí.
-Supongo que no podés entrar- le dijo Taichi.
-Ni loca- le dijo Candy.
-Entonces supongo que solo queda detonarla- dije.
-Eso si llega nuestra señal- dijo Taichi.
-No perdemos nada con intentarlo- dije y activé el mando a distancia.
-Dale.
No íbamos a estar seguros de si explotó o no, pero al menos el plan parecía haber funcionado. Habíamos ganado tiempo.

*****

“Se solicita la presencia de la liga de la justicia en el sótano”
Era Candy la que nos llamaba, prácticamente salí corriendo, esperaba que fueran noticias de Richard, y lo eran.
-Tengo noticias del jefe- dijo Candy y puso un video en la pantalla gigante.
En él aparecía Richard junto a otras dos personas que no conocía, pero que sí parecían conocer los demás… al menos por las expresiones que vi.
“Estuvimos viendo lo que hicieron, y realmente están trabajando muy bien, es momento de que tengan algunas respuestas…”
-Y ese momento es ahora.
La voz de Richard venía de atrás mío, suspiré aliviada, gracias a dios estaba bien.
Richard y sus hombres se sentaron a la mesa, los nombres de sus compañeros eran Owen y Robert, los que habían reclutado a Taichi y a Makarov.
-Está bien, los escuchamos- dijo Taichi.
-Estuvo muy bien el trabajo que hicieron hasta ahora, no vamos a hablar del pasado de cada uno, pero ni ustedes ni nosotros somos héroes, si ustedes están acá es porque algo de su pasado los ata a este grupo- el que hablaba era Richard- Y hay cosas de las que no puedo hablar aún porque tengo que hablarlas primero con Elena- dijo y me miró.
Quería saber más pero no quería interrumpir la reunión grupal así que le dije:
-Está bien, respondé las dudas de los demás primero, después hablamos de eso.
-Nosotros no trabajamos para ninguna organización o gobierno, somos un grupo independiente que trabaja para la ONU.
-La ONU no existe- dijo Taichi- o eso se dice.
-Nosotros no somos héroes, nos ensuciamos las manos para tratar de limpiar las calles del poder de las corporaciones. Ustedes tampoco son héroes, y lo indica el hecho de que estén acá. Las cosas se van a poner más complicadas, ya habrán escuchado por Urssula y sus amigos lo que pasó en Estados Unidos, eso trajo consecuencias a nivel global, Europa y el Bloque Rojo entraron en guerra. Las principales capitales de Europa, Amsterdam, Madrid, Paris, están destruidas... y Canadá se convirtió en una potencia.
-Ok… y qué se supone que vamos a hacer de ahora en más ¿vamos a seguir con el plan?- dijo Rapsky.
-Por supuesto.
-Al que no le gusta puede renunciar… para siempre…- dijo uno de los hombres que estaban con Richard.
-Si vamos a meternos a pelear con las corporaciones ¿qué posibilidades hay de que podamos tener armaduras parecidas a la de Elena?- preguntó Taichi.
-No puedo decir nada de eso hasta que no hable con ella, porque no fui yo el que creó la armadura.
-Era una sugerencia, vamos a hacerlo igual con o sin eso…

*****

Richard me llevó a la terraza para hablar a solas. Sabía que me iba a revelar eso que hasta ahora no se había animado a decirme.
-Bueno, es momento de responder tus dudas.
-En la reunión dijiste que no habías sido vos solo el que creó la armadura…
-Yo solo terminé de armarla, el verdadero creador de ella fue tu padre.
-Sí, ya me lo esperaba.
-Los planos originales están en un lugar seguro, un lugar donde nadie va a buscarlos, en la tumba de tu hermano.
Me quedé callada unos segundos hasta que pude formular las palabras.
-¿Hermano? ¿Tuve un hermano? Nunca me habló de eso…
-No, era muy doloroso para él, tu madre y tu padre decidieron que no iban a decirte nada. Él quería que tuvieras una vida normal.
-¿El murió antes de que yo naciera?
-Sí. Tu padre estaba por entrar a la Universidad de Ingeniería cuando tu madre quedó embarazada, por eso falló la prueba a propósito y comenzó a trabajar en la policía. Investigó mucho por su cuenta, pero hubo algo que lo destruyó, a ambos. Un día un cyberimplantado entró a robar a una tienda y asesinó a tu hermano.
No sabía que decir… así que Richard continuó.
-Él no imaginaba que ibas a ser vos la que usara la armadura.
-Supongo que él no hubiera querido que la usara, se preocupaba mucho por mí… ¿Mi padre trabajó en su grupo?
-No, él me dejó todo a mí cuando se fue de la policía.
Tenía muchas preguntas pero esa revelación me dejó sin palabras ¿Un hermano? ¿Asesinado por un cyberimplantado?
-Quisiera ir a ver la tumba de mi hermano.
-Te llevo.

Estaba lloviendo pero yo no había llevado paraguas, tenía el pelo mojado, el piloto me cubría. Quería sentir el frío. Un hermano, jamás me habían hablado de él ¿qué hubiera pasado si él siguiera con vida? ¿Hubiéramos estado trabajando ambos en la policía? Era inútil seguir preguntándose “qué hubiera pasado sí…” de hecho ya no quería seguir preguntándome eso en ningún aspecto.
Dejé las flores que había comprado sobre la lápida.
-Los planos originales de tu armadura están en la tumba de tu hermano.
-Y creo que lo mejor es que se queden ahí por el momento.
-No se podrán hacer más armaduras como la tuya, hubo piezas que ya estaban armadas, yo solo la terminé, pero fue tu padre en que las fabricó, además es algo muy complejo de realizar… Tu padre la pintó de color azul porque era el color favorito de tu madre.
Eso era cierto, el color azul muy fuerte, era el color favorito de mamá.
-Le dije a Candy que volviera a activar el sistema de autodestrucción, no quiero que si me pasa algo caiga en las manos equivocadas… Me dijo que habías sido vos el que lo desactivó…
-Así es.
-¿Estás preocupado por mí?- le pregunté sonriendo.
-Siempre.
-Porque yo sí me preocupo cuando estás tres días sin mandar un mensaje…- otra vez ese tono de enfado que me salía con él- ¿Te vas a volver a ir?
-No, por el momento.

Le dije a Richard que me dejara en mi casa, tenía muchas cosas que pensar y no quería volver a la mansión.
¿Sabía mi padre que yo iba a terminar usando la armadura que había creado? Probablemente no, seguramente él no lo hubiera querido, se preocupaba mucho por mí, no me hubiera dejado siquiera acercarme a ella. Había mantenido su vida en absoluto secreto, pero no me esperaba que me hubiera ocultado la existencia de un hermano.
Seguramente sufriste mucho papá… y mamá también… Richard me dijo que no pudieron probar nada, pero estoy segura de que la asesinaron, jamás creí lo del “accidente de tránsito” y ahora después de saber todas estas cosas lo creo menos.
¿Pero para qué peleo ahora? No sé quién se robó los planos de los cyberimplantes de la policía, una corporación, según dijo Richard, pero no sabemos cuál. Qué venganza puedo cumplir sino sé contra quién debo cumplirla… Quizás debería dejar de pensar en esto en términos de venganza, quizás debería pelear por algo más elevado que eso, Richard decía que no éramos superhéroes, eso era cierto, pero yo quería pelear por los mismos valores por los que peleaban ellos. Libertad para todos, incluso para los amigos de Urssula, para que pudieran venir desde EE.UU. aquellos que necesitaran un lugar donde vivir… ¿Sería muy ingenuo e idealista pensar así?
Hermano, me hubiera gustado mucho conocerte… no había llorado cuando estuve frente a su tumba pero ahora las lágrimas rodeaban mis mejillas, juré que no iba a volver a llorar, pero llorar por mi hermano estaba bien… Sí, era mejor que los planos originales de la armadura se quedaran allí, era el mejor lugar para protegerlos, mi hermano Jeremy los iba a proteger.
Además de eso tenía que hacer otra cosa ¿a quién podía dejárselo? Sí, a Candy, sé que en ella puedo confiar. Ella se lo iba a entregar si me pasaba algo.
Fui hasta el escritorio, agarré un block de notas y un sobre. No iba a ser muy largo.
“Para Taichi.
Creo que sos el más indicado para hacer esto, necesito un plan B por si llega a pasarme algo. Si en algún momento llego a desaparecer con la armadura Candy te va a dejar este sobre. La clave para destruir la armadura es 19.JAN.2000.
Sé que no vas a dejar que caiga en manos equivocadas.
Gracias.
Elena”
Richard había dicho que ahora las cosas iban a ser mucho más complicadas… eso significaba que había más riesgos y yo quería estar preparada. Si me pasaba algo y yo no podía activar el sistema de autodestrucción, seguramente Taichi lo iba a hacer por mí…
Ahora que ese tema ya estaba resuelto tenía que pensar en otra cosa más… Sí, había riesgos de morir… eso siempre lo había sabido pero ahora yo ya no era la misma, ahora estaba viva de nuevo, y quería vivir los días que me quedaran junto a Richard. Era momento de decirle lo que sentía por él, ya no tenía sentido seguir ocultándolo…
Y si él no sentía lo mismo por mí iba a llorar bastante sí, por un tiempo, era bueno saber que podía llorar de nuevo… y después de llorar lo suficiente me arrojaría en los brazos de Casey.

martes, 13 de abril de 2010

Fecha 5: Monstruo

Natalie

En ese momento me desperté, arriba el ya familiar techo de la enfermería me recibía una vez más a este mundo. Urssula me estaba cuidando, otra vez.
-Hola bombón.
-Hola, ¿hace cuántos días que estoy así?
-Una semana y media.
-Creo que rompí mi record de la vez pasada… ¿Qué pasó?
Me contó resumidamente que la cabeza de Armour Woman valía 5 millones y que Rapsky se estaba encargando de la situación, se había ido con Taichi y Makarov y esperaba noticias.
-Me gustaría darme un baño- me paré de la cama pero todavía estaba como aturdida. Ella me ayudó a sostenerme en pie y me acompañó al baño.
-No, al shakuzi de la habitación de Richard- le dije y ella me acompañó. Me ayudó y después volvió al sótano a ver a Bloodearth, que estaba en coma inducido debido a la gravedad de sus heridas. Antes le pedí a Urss mi celular.
Habían pasado solo dos días, esa chica me iba a volver loca…
Tenía una llamada perdida. No había muchas personas que tuvieran mi número…
Richard…
Le mandé un mensaje a Rapsky:
“Volví, decime cuándo y dónde nos encontramos”.
Al instante me llegó la respuesta:
“Estamos yendo a velocidad máxima”.
Y después la llamé a Candy.
-Candy, donde estás.
-Estamos volviendo. Estoy con Rapsky.
-¿Vos me llamaste antes?
-No…
-Está bien, los espero.
Dije y colgué.

El agua estaba revitalizando mis agarrotados miembros, tenía que marcar el número pero tenía miedo de que no conteste… Marqué y esperé, sonó una, dos, tres veces…
-Hola… Elena…- había bastante ruido de fondo.
-Richard ¿Dónde estás? Me llamaste.
-Sí, porque vos me habías llamado.
-¿Dónde estás?- repetí. Aunque el escucharlo ya había respondido la única pregunta que tenía, quería saber si todavía estaba ahí o no… si estaba vivo.
-Te dije que me iba a ausentar unos días…
-Sí, ya sé, pero no me mandaste ningún mensaje en varios días…
¿Por qué siempre me salía ese tono de enfado cuando hablaba con él? ¿Por qué no le dije lo preocupada que estaba?
-No puedo hablar ahora, voy a volver… en poco tiempo, tengo algunas cosas que decirte…
De fondo se escuchó:
“Todo listo para entrar”
-Tené cuidado- le dije y corté.
Sabía que fuera lo que fuera que estaba haciendo era más peligroso que cualquier cosa que pudiéramos estar viviendo nosotros…
¿Dónde estás? ¿Qué es lo que estás haciendo? ¿Qué es lo que no te animás a decirme?

El baño me dejó como nueva, cuando bajé Bloodearth estaba haciendo ejercicio levantando la cama, y Urssula le pedía por favor que descansara por lo menos algunas horas más, pero él ya parecía estar bien.
Rapsky ya estaba ahí y nos reunimos a conversar.
-¿Dónde está Taichi?
-Se quedó con unos amigos… Candy lo fue a buscar.
-Bueno, ya podés decirme las novedades.
Me contó que ya estaba haciendo arreglos para vender los cyberimplantes mejorados al “Griego” y a los alemanes, que ya tenía contratos para dentro de dos semanas. Makarov estaba ahora haciendo justamente eso en una fábrica que él le había conseguido.
-¿Le vamos a vender cyberimplantes a la mafia?- le pregunté.
-Ya vendimos diez. Esa es la idea, nosotros vendemos, la competencia viene por nosotros.
No recordaba que el plan fuera exactamente así… Las cosas se estaban complicando más de la cuenta…
En ese momento entró Taichi y dijo:
-Necesito dos horas, cuando vuelva les cuento todo.
Se metió en su cubículo y al instante comenzó a sonar un tema de Sonata Artica.
Urss estaba en su cubículo experimentando con sus ya clásicas ratas de laboratorio, no sé qué estaba haciendo pero algunas explotaban. No sé como tenía estómago para aguantar eso…

-Candy ¿podemos hablar?
Ella me siguió hasta la cocina, serví dos frozen y me senté con ella a conversar.
-¿Vos sabés lo que está haciendo Rapsky? ¿Sabés que le estamos vendido cyberimplantes mejorados a la mafia?
-No…
-En fin… ¿qué fue lo que me pasó?
-Tu mente quedó atrapada en el sistema operativo de la armadura. Taichi y yo te sacamos.
La verdad es que no me gustaba mucho que hubieran estado hurgando en mi mente… pero al fin y al cabo ellos me habían sacado de ahí y yo se los agradecía.
-Gracias. Ahora escuchame, quiero hacer algunos cambios… ¿qué posibilidades hay de conseguir un conductor confiable para el camión?
-Alguien que sepa conducir, y muy bien… conozco a alguien pero no te va a gustar…
-Cuando vuelva Armour Woman necesito tener un vehículo a mi disposición que esté donde yo necesito en el momento que yo necesito, no puedo estar escapando horas por la ciudad hasta que puedan venir a buscarme. Es obvio que vos no podés seguir haciendo ese trabajo, vos tenés que ayudar al grupo… No me molesta quien sea si cumple esto.
-Se puede arreglar.
-¿Qué pasó con mi armadura?
-Está bien. Ah, mirá esto- me mostró la notebook, un diseño de la armadura, al lado un dibujo del brazo ampliado mostraba que se podían incorporar micromisiles- Habrá que cambiar el brazo, pero creo que no va a afectar la estructura base de la armadura.
-Eso me gusta, pero necesito saber si se puede arreglar para que no le vuelva a afectar esa arma de impulso electromagnético.
-Habría que hablar con Makarov, pero supongo que algo podemos hacer… ¿Qué pasó? Nunca te habías preocupado por el peligro antes…
-Sí, pero no podemos dejar que la armadura caiga en otras manos. No me preocupa tanto mi seguridad como esto ¿La armadura tiene un dispositivo de autodestrucción?
-Tenía, pero Richard lo anuló, no quería que hicieras una locura como explotar la armadura con vos adentro.
-No lo iba a hacer de no ser necesario…
Candy puso cara de indignación.
-¿Te pensás que es fácil para él ir a rescatarte cuando la armadura queda inutilizada, cuando ya no te podés mover? Para mí tampoco es fácil, aunque no lo creas te aprecio. En fin, mejor dejo de hablar.
Esa frase tocó una fibra sensible, fue bueno saber que aún estaba ahí después de todo lo que me había pasado. Ese grupo me estaba volviendo humana de nuevo…
-Y vos me caés muy bien, pero ahora Richard no está, y tenemos que arreglarnos nosotras. Hay que volver a activar el mecanismo de autodestrucción, solo por si acaso- y agregué- Hablé con él, por el momento está vivo, pero sigue sin querer informarme de algunas cosas, supongo que algo sabés al respecto…
-No sé que será...- pero su cara decía lo contrario.
-Está bien, supongo que él me lo dirá cuando se digne a aparecer.
-Prefiero que te lo diga él.
Me quedé charlando con ella, en un momento Urssula hizo aparición en la cocina, no le hubiera prestado demasiada atención sino fuera por el hecho de que estaba completamente desnuda. Sacó una cerveza de la heladera y se fue otra vez sin decir nada.
-Vamos, quiero saber qué tiene que decirnos Taichi.
Les mandé un mensaje a todos para reunirnos en el sótano.

Entramos al cubículo de Taichi, en la pared tenía un mapa todo marcado con colores, los territorios neutrales y los que pertenecían a determinadas pandillas estaban marcados con colores diferentes y señalizados.
-Candy ¿podés poner el video?
-Ok, ahí va.
Makarov estaba conectado también para ver todo lo que pasaba. En la imagen aparecía un hombre, si es que aún se podía llamar hombre, que estaba cubierto en cables y metal. Medía como dos metros y había agarrado un cajero y lo había revoleado por los aires como si fuera algodón. Algo que Urss notó fue que tenía clavados los cables directamente a la piel, como si hubiera sentido necesidad de más y más metal en su locura. Parece que esos cyberimplantes tenían una falla después de todo…
Alrededor de él se agrupaba un escuadrón del C-SWAT, conocía algunos de esos rostros, algunos compañeros de la policía con los que no había trabajado. Del otro lado, pandilleros, aparentemente amigos del “monstruo”. También hizo acto de aparición el camión con los hombres vestidos con sobretodo negro. Un rostro, por fin, parecía su líder.
“Esas cosas son nuestras, les daremos al muchacho después de habérselas sacado”
“Ustedes le hicieron eso” dijo uno de los pandilleros.
“Hay un contrato de por medio”
-¿Quién es ese Rapsky?
Se quedó un rato pensando y después dijo:
-Escuché en las calles que es un alto ejecutivo de SPEARS no sé qué estará haciendo ahí…
Notamos como el hombre se metía adentro del camión blindado y volvía a salir vestido como sus compañeros.
En ese momento uno de los pandilleros inició el tiroteo.
-¡Miren, ahí está Taichi!
Taichi estaba yendo hacia un edificio de enfrente, quizás haciendo contacto con alguien de la pandilla.
-Esto se va a poner muy feo. Armour Woman vale 5 millones, Makarov y Bloodearth valen 2 millones cada uno… Y todos los quieren. Va a haber guerras entre pandillas, se va a meter la policía, se van a meter las corporaciones y esto va a ser una batalla campal… Tenemos que ganar tiempo… y yo tengo un plan para eso. Tenemos que “matar” a Armour Woman.
-Esa idea me gusta- dijo Rapsky.
Recordé la charla que había tenido con Richard, él seguro estaba haciendo algo que tenía que ver con todo esto, y muy probablemente no estuviera en el país… aunque de eso no estaba segura…
-Richard está en algo peligroso, conociéndolo seguramente está haciendo alguna locura como entrar en SPEAR, muy probablemente todo esto sea mucho más grande de lo que alcanzamos a ver- les dije.
-Lo sé, por eso tenemos que ganar tiempo. Yo puedo matar a Armour Woman sin cobrar la recompensa, podemos dejar la armadura en algún lado…
-¿Supongo que vamos a entregar una réplica falsa no?- dije.
-No sé, Makarov se está encargando de eso- dijo Candy.
-Makarov decime que no estás replicando la armadura tal cual- dijo Taichi.
-Eso estoy haciendo exactamente…- respondió desde la pantalla.
-¿Estás loco? ¿Cuánto Vodka tomaste?
-Bueno, no importa, rompela, sacale partes, no sé…- dijo Urss.
-Ok…
-No me gusta la idea de que no cobremos la recompensa, se podrían dar cuenta- dije.
-No me parece, es alguien que mató a Armour Woman y que solo quiere demostrar que la tiene más larga que todos- dijo Taichi y Urss estuvo de acuerdo con él.
-Pero si seguimos la traza de la recompensa podríamos rastrearlos.
-No creo que paguen la recompensa sinceramente…- dijo Taichi.
-Eso es verdad, pero es una pista más que podríamos seguir…
-Para eso le vamos a poner un rastreador a la armadura. Podríamos dejar la armadura en el medio de la ciudad, y cuando intenten abrirla va a explotar antes de que vean el rastreador…
-Ok, entonces tenemos que filmar una pelea en algún lugar- le dije.
-Entonces dejemos la armadura en un vehículo en la plaza principal, o algún lugar así. También podrías filmarte vos en primera persona pintando con aerógrafo en la armadura algo así como “Yo maté a Armour Woman”- dijo Urss.
-Candy, necesito saber como se escribe eso en chino- dijo Taichi.
-Ok- dijo ella y tecleó en la notebook.
-Makarov ¿en cuántos días vas a tener la “armadura”?- le pregunté.
-Tres días.
-Bueno, entonces iniciamos la maniobra en tres días. Rapsky, a partir de ahora sos el líder del plan de la venta de los Cyberimplantes, fijate que información podemos conseguir de ese que apareció en el video. Mientras tanto yo los voy a ayudar pero no como Armour Woman, tengo otras habilidades aparte de usar esa armadura…
-Contame sobre esas habilidades- dijo Urss sonriendo.
-Fui policía, pero ese otro yo ya está muerto.
-Entiendo lo que decís…- dijo Rapsky.
En ese momento Taichi atendió el teléfono, su cara cambió al instante, cuando cortó agarró un arco, se calzó los rollers esos que usaba y se dirigió a la puerta.
-¿Qué pasó?- le pregunté.
-Mi novia está en peligro.
Y salió sin decir más.
-Candy, rastréalo y decime donde va.
Bloodearth también quería venir, así que Urss le inyectó un líquido que hizo que su cara se desfigurara. Ahora era mucho más feo, pero era más difícil que lo reconozcan en la calle.
Fui hasta el estacionamiento y me llevé la Harley negra de Richard y me dispuse a seguir a Taichi. Él me había ayudado a mí, ahora era mi turno de darle una mano a él.

-Rapsky, estoy llegando, ¿cómo está la situación?
-Están cortando la calle.
-¿Cuántos?
-Hasta ahora vi seis.
-Fijate si podés contactar a alguien de adentro.
Corté la comunicación y aceleré, cuando llegué Taichi estaba en plena batalla contra dos hombres, otros dos que estaban en la esquina parecían dispuestos a dispararle. Había sido imprudente, pero qué puedo decirle, yo hubiera hecho exactamente lo mismo si hubiera sabido que Richard estaba en peligro. Hice una maniobra con la moto y esquivé algunos disparos, otros me dieron. Sabía que no iba a poder hacer mucho, sin la armadura era muy vulnerable, pero sí podía hacer algo más por él, llegar hasta su chica con la moto y protegerla, creo que eso es lo que él hubiera querido. Aceleré y me metí por la calle algunas balas más me dieron y otras zumbaron alrededor. Escuché disparos desde el otro lado de la calle, seguramente era Rapsky que se había quedado en el otro flanco.
Entré con la moto al bar y más disparos me alcanzaron, no sé qué fue lo que me dio en la pierna pero el dolor era atroz. Con el impulso logré llegar hasta la barra y ponerme a cubierto. El hombre de la barra me apuntó.
-Soy amiga de una chica que baila acá, vine a ayudar.
-Tomá esto entonces- y me dio otra arma, era mejor que la mía así que lo aproveché.
Empecé a disparar a los que estaban armando el tiroteo y en un momento veo una mole de carne de más de dos metros atravesar la pared, creo que Bloodearth se tomó demasiado literal lo de “entrar por atrás”. Tomó un hombre de escudo y comenzó a atravesar el salón aplastando a cualquiera a su paso. El escudo le sirvió para aguantar los disparos, después usó la masa amorfa del pobre “escudo” para golpear a los que aún quedaban con vida.
Cuando ya no quedaba nadie tomé un vaso y me serví whisky de una botella que goteaba.
-Supongo que va por la casa…
No pasó mucho hasta que escuché ruidos de ametralladora arriba. Todavía quedaban más. Me dispuse a ponerme de pie, apenas podía caminar.
-¿Hay civiles arriba?
-Arriba están las chicas…
Algo cayó del primer piso, cuando me acerqué a la puerta vi a Taichi que golpeaba una y otra vez lo que había sido el rostro de algún hombre.
-Sería bueno que vayas a ver como esta tu novia en vez de hacer eso- le dije, pero no me escuchó. Estaba en trance. Volví a entrar al bar y le pregunté al hombre de la barra:
-La novia del chico japonés que viene siempre por acá, ¿cómo es, cómo se llama?
-Su nombre es Natalie…- y me la describió.
En fin, que golpeara al tipo todo lo que quisiera para descargarse, yo iba a ir por su chica, era lo menos que podía hacer por él después de lo que él hizo por mí.

Las dos horas de Taichi

Taichi iba y venía en su cubículo mirando un mapa, My Land de Sonata Artica sonaba de fondo amortiguando sus pasos y el hecho de que estaba hablando solo…

My own land has closed its gates on me…
All alone in world, it's scaring me…

-No hay forma… Es imposible si no se contrala en este momento… Incluso quizá sea muy tarde ya… - Se daba media vuelta y caminaba para el otro lado… - Pero tiene que existir una forma, una bomba de tiempo no deja de tener un contador… - volvió a girar una vez más… - El problema es que si se desarma mal nos explota en la cara y game over…

In my dreamland, there's one who understands
A friendly soul, trusting life in your hands

Nunca había sido bueno para las tácticas, incluso en grupo trabajaba solo y por su cuenta ayudando en las ocasiones que se lo necesitaba, pero esta vuelta era distinto… No hay forma de frenarlo si no se trabaja en grupo, incluso trabajando en grupo era de difícil a imposible…

Keep in mind what you have heard today…
You might find that you are not so brave…

Es demasiada plata, es obvio que alguien va a quererla, alguien va a hacer un movimiento, uno de nosotros va a tomar una decisión apurada y eso va a ser un problema… 9 millones valen los 3, es cuestión de tiempo para que estalle todo, ya me lo avisaron, voy a tener que decírselos, el tema es que no hay nada que se pueda ser, Armour Woman es Armour Woman y punto, asi sea Armour Man va a llamar la misma atención de la misma gente, y la plata sea verde, azul o negra todos la quieren… Demonios, si no tuviera un código de honor yo ya también la querría para mi…

My old land is but a pile of sand…
Cold and bare but something still is there…

Miro el mapa una vez más como lo había hecho las últimas 2 horas… Había líneas de colores por aquí y allá formando fronteras ficticias algunos lugares faltaban rellenar o simplemente se habían formado solos y esperaban un color que los definieran, en ciertos sectores había manchas rojas donde se cruzaban las líneas de colores…

I'm a true patriot, you have my land…
you have my soul, you have all I had,
Now I am here, and I want it all back…

Voy a tener que mostrárselos, no hay otra forma, solo espero que nos dé el tiempo para pensar una solución antes de que esto sea una batalla campal…

I am here to prove you wrong…
I'm accused of something I live for…

(escribió Zeros)

El sueño

¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy?
Abrí los ojos, estaba en la familiar enfermería, ahora mudada al sótano, no había nadie, ninguno de mis nuevos compañeros estaba allí, el techo de la “Richard Cueva” como la habían bautizado fue lo primero que vi al despertar.
Me incorporé, me dolía mucho la cabeza, sentía como si me hubieran golpeado el cráneo con una masa. Me tomé la frente en un acto reflejo, como si eso pudiera hacer que amainara el dolor…
En ese momento me di cuenta de que no estaba sola, al lado mío estaba Richard.
-Richard… ¿Qué me pasó?
-Es un poco complicado de explicar…
-Me duele mucho la cabeza…
-Estuviste en una situación delicada, a ver… como te lo digo… tu mente quedó atrapada en la red.
-¿Qué?
-Te dije que era complicado… Candy no pudo sacarte y tuve que volver.
-¿Dónde estuviste?
-Tenía asuntos que resolver.
-Al menos podrías haberme respondido la llamada o haber contestado mis mensajes…
-¿Estabas preocupada por mí?
-Si te morís no voy a tener más trabajo… me quedaría sin sueldo, digamos que económicamente me interesa bastante que sigas vivo.
Él esbozó una sonrisa, cada vez me era más difícil seguir con esa situación, era obvio que sí me preocupaba aunque no lo dijera o intentara ocultarlo.
-Bueno, a mí sí me preocupaste, de hecho apenas Candy me contó la situación me subí al helicóptero y volví.
-¿Qué fue lo que me hicieron?
-Todavía no lo sé… pero fue algo que anuló completamente a la armadura y te desconectó de ella violentamente.
-¿Podés hacer algo para impedir que lo vuelvan a hacer?
-Hacés preguntas muy complicadas.
Me senté sobre la cama y apoyé los pies descalzos sobre el suelo, estaba frío, al instante me mareé y perdí el equilibrio, Richard me tomó de la cintura para evitar que cayera.
-¿Estás loca? Todavía no podés ponerte en pie.
Estaba tan cerca de mí, podía oler su rico perfume.
-Estoy bien…
-Sería mejor que te hicieras un favor y descansaras un poco.
Él me levantó en brazos y volvió a dejarme sobre la cama. Me puso la mano sobre la frente y me dijo:
-Tranquilizate, o me vas a obligar a sedarte.
-No harías algo así…
-Se ve que todavía no me conocés mucho.

*****

Me quedé dormida, no sé cuanto tiempo pasó, pero cuando desperté parecía que no habían pasado ni cinco minutos, no había descansado nada y continuaba el terrible dolor de cabeza.
Desde donde estaba alcanzaba a ver la armadura, brillante como siempre. Pero ahora yo no era la misma de siempre ¿podría volver a calzarme esa armadura sabiendo que podía quedar permanentemente dentro de la red? Si volvía a pasarme lo mismo quizás me quedara en estado vegetativo para siempre…
Por primera vez sentí aversión por la armadura.
Sí, yo que siempre la adoré, que no salía nunca sin ella, la armadura ya era parte de mí, cuando me conectaba ella y yo éramos lo mismo, éramos una…
-¿Estás mejor?
Richard seguía ahí, todavía no se había ido, había temido que otra vez me volviera a dejar sola.
-Todavía se me parte la cabeza.
-Eso no puede estar bien… voy a hablar con Gladis, hace ya varios días que estás así y no hay señales de mejoría…
Se lo veía muy preocupado, triste tal vez…
-¿Te vas a ir otra vez?
-Sí.
-Richard… tengo miedo…
Era la primera vez que le decía algo así, que ponía en evidencia una debilidad… Él me miró sorprendido de que se lo revelara, jamás le había dicho que tuviera miedo de nada.
-¿De qué tenés miedo Elena?
-De volver a calzarme la armadura, de que me vuelvan a hacer lo mismo, de no poder despertarme la próxima vez…
-Creo que es la primera vez que das signos de no querer morirte, supongo que eso es bueno…
-Te estoy hablando en serio, no sé si voy a volver a usar la armadura.
-Esa es tu decisión, yo no puedo obligarte a usarla, si es eso lo que querés voy a buscar a alguien más.
-¿Tan fácil vas a reemplazarme?- el tono de mi voz cambió radicalmente, el tono era de enfado ¿acaso iba a reemplazarme así porque sí?
-No puedo seguir arriesgándote Elena, ya fue suficiente.
Esas palabras me dolieron en lo más hondo, no solo me iba a reemplazar, sus ojos me indicaban que ya lo tenía decidido, y que ya había encontrado el reemplazo.
-Ya lo tenías decidido.
-Lo siento.
Las lágrimas bañaron mi rostro, el mundo que había logrado construir se caía a pedazos. Ese había sido el objetivo de reunir a ese grupo, no eran mis compañeros, ellos iban a reemplazar a Armour Woman.
-¿Ya no confiás en mí?
Él se acercó y se sentó al lado mío en la cama, con su mano secó las lágrimas que no había intentado ni por un instante reprimir.
-No es eso Elena...
Su rostro estaba muy cerca al mío…
-¿Entonces qué es?
Él se acercó más y me besó en los labios.
-¿Eso responde tu pregunta?

Palabras sueltas en el gris del ayer II

Owen

Robert



-Espero que veas este video.
Paso algo muy malo que jamás pensamos que ocurriría. La cosa se puso difícil y Elena esta en riesgo.
Hubo un accidente grave con ella y la armadura, vamos a tratar de sacarla entera. Pero no se si podré hacerlo, no sin tu ayuda.
Deberías estar acá y decirle la verdad a ella, pero bueno son decisiones tuyas
Realmente te necesito…
Solo espero que veas esto…-

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-Mozo, otra vuelta de su mejor whisky-
El celular sonaba y el visor indicaba que era ella quien llamaba, sin embargo el en vez de atender procedió a apagarlo.
-Deberías atender a la morocha, debe estar desesperada sin tu supervisión-
-Y vos deberías estar más concentrado en el trabajo-
-Shhhhh, yo siempre estoy concentrado-
-Miren muchachos lo que me encontré en el camino, parece que una diablita y un ángel se escaparon y vinieron acá-
-Hola chicos!!!-
-Discúlpenme, bombonas pero debo ir a buscar algo para humedecer la garganta-
-Ya que vas tráenos algo, dulce-
-Si si quédense tranquilas-
-Idiota, mira por donde vas-
El típico empujón no se hizo esperar sin embargo el borracho sorprendió al matón aplicándole una llave al brazo y extrayendo un arma.
Sus dos compañeros que se encontraban en la mesa no se hicieron esperar y se levantaron ambos sacando 2 armas cada uno.
-Bien, Damas y Caballeros no se preocupen por nada. Esto no es un asalto simplemente venimos buscando a un viejo amigo.
Conocido como Portos, solo que es negro-
De la otra punta del bar alguien se apresuraba a levantarse e irse.
-Ven ahí esta nuestro amigo-
-Mierda, Cabrones no me van a atrapar- Mientras las mesas eran volcadas y el tiroteo comenzaba.
-¿Por que jamás hacen esto por la vía fácil?-
-Porque si no seria divertido-
Los disparos atravesaban el salón, las armas levantadas por arriba de las mesas escupían plomo buscando victimas.
-Mierda, maldito negro-
-Arty. ¿Estas bien?-
-Si no es algo que vaya a matarme, pero deja de llamarme Arty-
-Jajaja, te voy a llamar Rengo, dale que se nos escapa el negro-
-Dejen de pavear y vamos por la rata-
Arty había quedado rezagado debido al disparo recibido en la pierna, sus dos compañeros salieron por los costados de la mesa haciendo cantar sus armas, a la vez que esquivaban los disparos enemigos.
Portos huya por la puerta trasera mientras sus hombres cubrían su retirada.
Arty buscaba en el bolsillo interno de su saco una pistola inyectora, sabia lo malo de usar esas cosas, pero al diablo no servia de nada así.
Sintió la aguja penetrando, alcanzando alguna vena. Sintió el impulso de la Adrenalina recorrer todo su cuerpo justo a tiempo para ver que uno de los hombres de Portos se acercaba con malas intenciones hacia el.
No lo dudo, se lanzo hacia el en tacle, atravesando la ventana con el cuerpo del infeliz.
Afuera estaban sus compañeros subiendo al auto para perseguir a Portos.
-Dale, subí que se escapa-
La nieve caía pesadamente, las calles cubiertas de blanco dificultaban la persecución.
-Acelera que se escapa, quien te enseño a manejar un parapléjico-
-Vos déjame conducir y bonete a disparar carajo-
-Acaréense fuerte señoritas, que esto que van a ver no se aprende en la Academia-
El frente del auto golpeo el lateral del que iba delante, provocando que girara en trompo y se estrellara contra la banquina. De dentro del auto salio un lastimado Portos que se tambaleaba herido tratando de huir. Un tiro a la pierna y corto su intento de huida.
-Eso fue por lo del bar, RATA-
-Quiequien son ustedes, que quieren-
-Que cantes infeliz, de donde sacaste la mercadería-
-Si hablo me van a matar-
-Si no hablas vas a desear que te maten…-

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-Tienen todo lo de la mesa-
-Si señor-
-Perfecto, lleven todo lo que haya tocado este Jack London, hablen con nuestros muchachos de la Policía e investiguen quien es este tipo, prueba de ADN, Huellas TODO.
Quiero saber quien es este tipo que viene a comer mi comida, disfrutar mis mujeres y ofrecer negocios. TODO QUIERO SABER
-Si señor-
….
-Soy el Rey del mundo, tengo a Dios y al Diablo suplicando porque las convierta en mis perras.
A la gallina de los huevos de oro por un lado y por el otro la figurita difícil hoy en día.
Y eso me excita chicas!!!
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-Pronto serás mía, “Armored Woman”, podrás haber formado un equipo sin embargo no tientes a la suerte, eres un Boleto de Lotería con pies. En cualquier momento alguien te venderá y serás mía-
-Señora, los informes preliminares de Makarov ya están listos-
-Excelente, veamos que esconde el muchacho-

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(escribió Max)