Palabras sueltas en el gris del ayer V

Hacía mucho que no estaba en casa, todos esos días había dormido en la mansión. Me senté en el sofá, el libro que había empezado a leer había quedado sobre la mesa ratona. Parecía que eso había sido hace mucho tiempo, a pesar de que solo habían pasado algunos días.

“Ya no sos la misma Elena, ¿qué fue lo que te pasó?”
Todo empezó cuando conocí a ese grupo tan “variopinto”. Rapsky con su ropa extravagante, Makarov el ingeniero que se enamoró de mi armadura, Taichi y sus clásicos rollers, Urss nuestra nueva enfermera, Bloodearth el hombre invencible, Candy la experta en computadoras y redes… sí, podríamos ser un grupo de superhéroes tranquilamente…
Ninguno de ellos me había traicionado todavía, ninguno había vendido a Armour Woman a pesar de que valía cinco millones… Después de tres años volver a sentir que tenía amigos en los que podía confiar era algo que hacía solo unos días era algo imposible de pensar para mí.

“Viste lo que pasó cuando encontraron la armadura, tranquilamente te podía haber pasado a vos…”
Creo que ahora sé claramente el peligro que corro, el peligro que van a corren todos si la armadura llega a caer en las manos equivocadas ¿Hacía bien en dejarle ese peso sobre los hombros a Taichi? Sí, él era el más indicado, él me había ido a buscar cuando quedé atrapada en la red de la armadura, y Candy, ella tenía que guardar el sobre con la clave para destruir la armadura…
No puedo dejarle eso a Richard, él no lo va a hacer, o eso es lo que creo. Si desactivó antes el sistema de autodestrucción fue para que no me pasara nada, eso significa que algo le intereso… pero ¿hasta dónde? ¿Cómo saber si esa preocupación reside solo en que soy la dueña indiscutida de la armadura, o en que somos amigos, o en algo más…?
Si en algún momento había creído que él podía reemplazarme ahora sabía que eso no era cierto, esa armadura no solo era mía porque fui la que se animó a probarla, sino porque me pertenecía por herencia, mi padre había sido el que la creó.
No sé lo que él siente pero sí sé lo que siento yo. Él estuvo ahí cuando nadie más estuvo, él me había dado una razón para seguir mi vida, él es la única persona por la que puedo morir… Quizás por eso jamás te lo dije, no había otra razón que pesara más, tenía miedo de que desaparecieras de mi vida.

No quiero seguir pensando en términos de venganza, a Edith no le hubiera gustado, ella hubiera hecho lo mismo que yo, me hubiera acompañado en esta misión, como siempre lo había hecho cuando trabajábamos juntas en la policía, ayudar a los débiles, a los que no podían defenderse por sí mismos, eso era lo que siempre habíamos hecho, por lo que siempre habíamos luchado. Y esos también habían sido los ideales de mi padre.
“¿Papá? ¿Cuándo sea grande voy a poder ser policía como vos?”
“¡Claro hija! Serás policía como tu padre”
¿Por qué nunca me lo dijiste? Me hubiera gustado saber cómo era mi hermano, qué le gustaba leer, qué le gustaba hacer… sí, quizás hubiera sido muy doloroso, siempre había querido un hermano para compartir mis juegos…

Sí, ese iba a ser mi objetivo ahora, nada de venganzas, iba a proteger a todos, a Amy, a mis nuevos amigos, a Richard…

“¿Estás obviando pensar en alguien adrede?…”
Él, Casey. Tres años intentando protegerme con esa fría coraza. Me protegí a mí misma con una coraza de hielo para no volver a sufrir, no quería amigos, no quería pareja, no quería relacionarme con nadie, no quería sentir nada, y él viene y en una noche la derrite como si nada… despertó de nuevo en mí esa pasión que había intentado ocultar desde lo que me pasó con Riley.
“Pero ¿qué sentís por él?”
Es muy pronto para responder a eso, pero tenemos muchas cosas en común… y ese cuerpo… dios, me iba a volver loca…

Gracias a todo esto ahora tengo en claro muchas cosas.
Sé lo que tengo que hacer, sé lo que quiero hacer. Si la única forma que tenemos de pelear es así, que así sea. Si lo único que podemos hacer es tratar de que el poder de las corporaciones no siga creciendo, si lo único que podemos hacer es “limpiar las calles” eso es lo que voy a hacer.

Disfruten creyendo que Armour Woman está muerta, porque cuando vuelva van a rodar varias cabezas…