martes, 13 de abril de 2010

Fecha 5: Monstruo

Natalie

En ese momento me desperté, arriba el ya familiar techo de la enfermería me recibía una vez más a este mundo. Urssula me estaba cuidando, otra vez.
-Hola bombón.
-Hola, ¿hace cuántos días que estoy así?
-Una semana y media.
-Creo que rompí mi record de la vez pasada… ¿Qué pasó?
Me contó resumidamente que la cabeza de Armour Woman valía 5 millones y que Rapsky se estaba encargando de la situación, se había ido con Taichi y Makarov y esperaba noticias.
-Me gustaría darme un baño- me paré de la cama pero todavía estaba como aturdida. Ella me ayudó a sostenerme en pie y me acompañó al baño.
-No, al shakuzi de la habitación de Richard- le dije y ella me acompañó. Me ayudó y después volvió al sótano a ver a Bloodearth, que estaba en coma inducido debido a la gravedad de sus heridas. Antes le pedí a Urss mi celular.
Habían pasado solo dos días, esa chica me iba a volver loca…
Tenía una llamada perdida. No había muchas personas que tuvieran mi número…
Richard…
Le mandé un mensaje a Rapsky:
“Volví, decime cuándo y dónde nos encontramos”.
Al instante me llegó la respuesta:
“Estamos yendo a velocidad máxima”.
Y después la llamé a Candy.
-Candy, donde estás.
-Estamos volviendo. Estoy con Rapsky.
-¿Vos me llamaste antes?
-No…
-Está bien, los espero.
Dije y colgué.

El agua estaba revitalizando mis agarrotados miembros, tenía que marcar el número pero tenía miedo de que no conteste… Marqué y esperé, sonó una, dos, tres veces…
-Hola… Elena…- había bastante ruido de fondo.
-Richard ¿Dónde estás? Me llamaste.
-Sí, porque vos me habías llamado.
-¿Dónde estás?- repetí. Aunque el escucharlo ya había respondido la única pregunta que tenía, quería saber si todavía estaba ahí o no… si estaba vivo.
-Te dije que me iba a ausentar unos días…
-Sí, ya sé, pero no me mandaste ningún mensaje en varios días…
¿Por qué siempre me salía ese tono de enfado cuando hablaba con él? ¿Por qué no le dije lo preocupada que estaba?
-No puedo hablar ahora, voy a volver… en poco tiempo, tengo algunas cosas que decirte…
De fondo se escuchó:
“Todo listo para entrar”
-Tené cuidado- le dije y corté.
Sabía que fuera lo que fuera que estaba haciendo era más peligroso que cualquier cosa que pudiéramos estar viviendo nosotros…
¿Dónde estás? ¿Qué es lo que estás haciendo? ¿Qué es lo que no te animás a decirme?

El baño me dejó como nueva, cuando bajé Bloodearth estaba haciendo ejercicio levantando la cama, y Urssula le pedía por favor que descansara por lo menos algunas horas más, pero él ya parecía estar bien.
Rapsky ya estaba ahí y nos reunimos a conversar.
-¿Dónde está Taichi?
-Se quedó con unos amigos… Candy lo fue a buscar.
-Bueno, ya podés decirme las novedades.
Me contó que ya estaba haciendo arreglos para vender los cyberimplantes mejorados al “Griego” y a los alemanes, que ya tenía contratos para dentro de dos semanas. Makarov estaba ahora haciendo justamente eso en una fábrica que él le había conseguido.
-¿Le vamos a vender cyberimplantes a la mafia?- le pregunté.
-Ya vendimos diez. Esa es la idea, nosotros vendemos, la competencia viene por nosotros.
No recordaba que el plan fuera exactamente así… Las cosas se estaban complicando más de la cuenta…
En ese momento entró Taichi y dijo:
-Necesito dos horas, cuando vuelva les cuento todo.
Se metió en su cubículo y al instante comenzó a sonar un tema de Sonata Artica.
Urss estaba en su cubículo experimentando con sus ya clásicas ratas de laboratorio, no sé qué estaba haciendo pero algunas explotaban. No sé como tenía estómago para aguantar eso…

-Candy ¿podemos hablar?
Ella me siguió hasta la cocina, serví dos frozen y me senté con ella a conversar.
-¿Vos sabés lo que está haciendo Rapsky? ¿Sabés que le estamos vendido cyberimplantes mejorados a la mafia?
-No…
-En fin… ¿qué fue lo que me pasó?
-Tu mente quedó atrapada en el sistema operativo de la armadura. Taichi y yo te sacamos.
La verdad es que no me gustaba mucho que hubieran estado hurgando en mi mente… pero al fin y al cabo ellos me habían sacado de ahí y yo se los agradecía.
-Gracias. Ahora escuchame, quiero hacer algunos cambios… ¿qué posibilidades hay de conseguir un conductor confiable para el camión?
-Alguien que sepa conducir, y muy bien… conozco a alguien pero no te va a gustar…
-Cuando vuelva Armour Woman necesito tener un vehículo a mi disposición que esté donde yo necesito en el momento que yo necesito, no puedo estar escapando horas por la ciudad hasta que puedan venir a buscarme. Es obvio que vos no podés seguir haciendo ese trabajo, vos tenés que ayudar al grupo… No me molesta quien sea si cumple esto.
-Se puede arreglar.
-¿Qué pasó con mi armadura?
-Está bien. Ah, mirá esto- me mostró la notebook, un diseño de la armadura, al lado un dibujo del brazo ampliado mostraba que se podían incorporar micromisiles- Habrá que cambiar el brazo, pero creo que no va a afectar la estructura base de la armadura.
-Eso me gusta, pero necesito saber si se puede arreglar para que no le vuelva a afectar esa arma de impulso electromagnético.
-Habría que hablar con Makarov, pero supongo que algo podemos hacer… ¿Qué pasó? Nunca te habías preocupado por el peligro antes…
-Sí, pero no podemos dejar que la armadura caiga en otras manos. No me preocupa tanto mi seguridad como esto ¿La armadura tiene un dispositivo de autodestrucción?
-Tenía, pero Richard lo anuló, no quería que hicieras una locura como explotar la armadura con vos adentro.
-No lo iba a hacer de no ser necesario…
Candy puso cara de indignación.
-¿Te pensás que es fácil para él ir a rescatarte cuando la armadura queda inutilizada, cuando ya no te podés mover? Para mí tampoco es fácil, aunque no lo creas te aprecio. En fin, mejor dejo de hablar.
Esa frase tocó una fibra sensible, fue bueno saber que aún estaba ahí después de todo lo que me había pasado. Ese grupo me estaba volviendo humana de nuevo…
-Y vos me caés muy bien, pero ahora Richard no está, y tenemos que arreglarnos nosotras. Hay que volver a activar el mecanismo de autodestrucción, solo por si acaso- y agregué- Hablé con él, por el momento está vivo, pero sigue sin querer informarme de algunas cosas, supongo que algo sabés al respecto…
-No sé que será...- pero su cara decía lo contrario.
-Está bien, supongo que él me lo dirá cuando se digne a aparecer.
-Prefiero que te lo diga él.
Me quedé charlando con ella, en un momento Urssula hizo aparición en la cocina, no le hubiera prestado demasiada atención sino fuera por el hecho de que estaba completamente desnuda. Sacó una cerveza de la heladera y se fue otra vez sin decir nada.
-Vamos, quiero saber qué tiene que decirnos Taichi.
Les mandé un mensaje a todos para reunirnos en el sótano.

Entramos al cubículo de Taichi, en la pared tenía un mapa todo marcado con colores, los territorios neutrales y los que pertenecían a determinadas pandillas estaban marcados con colores diferentes y señalizados.
-Candy ¿podés poner el video?
-Ok, ahí va.
Makarov estaba conectado también para ver todo lo que pasaba. En la imagen aparecía un hombre, si es que aún se podía llamar hombre, que estaba cubierto en cables y metal. Medía como dos metros y había agarrado un cajero y lo había revoleado por los aires como si fuera algodón. Algo que Urss notó fue que tenía clavados los cables directamente a la piel, como si hubiera sentido necesidad de más y más metal en su locura. Parece que esos cyberimplantes tenían una falla después de todo…
Alrededor de él se agrupaba un escuadrón del C-SWAT, conocía algunos de esos rostros, algunos compañeros de la policía con los que no había trabajado. Del otro lado, pandilleros, aparentemente amigos del “monstruo”. También hizo acto de aparición el camión con los hombres vestidos con sobretodo negro. Un rostro, por fin, parecía su líder.
“Esas cosas son nuestras, les daremos al muchacho después de habérselas sacado”
“Ustedes le hicieron eso” dijo uno de los pandilleros.
“Hay un contrato de por medio”
-¿Quién es ese Rapsky?
Se quedó un rato pensando y después dijo:
-Escuché en las calles que es un alto ejecutivo de SPEARS no sé qué estará haciendo ahí…
Notamos como el hombre se metía adentro del camión blindado y volvía a salir vestido como sus compañeros.
En ese momento uno de los pandilleros inició el tiroteo.
-¡Miren, ahí está Taichi!
Taichi estaba yendo hacia un edificio de enfrente, quizás haciendo contacto con alguien de la pandilla.
-Esto se va a poner muy feo. Armour Woman vale 5 millones, Makarov y Bloodearth valen 2 millones cada uno… Y todos los quieren. Va a haber guerras entre pandillas, se va a meter la policía, se van a meter las corporaciones y esto va a ser una batalla campal… Tenemos que ganar tiempo… y yo tengo un plan para eso. Tenemos que “matar” a Armour Woman.
-Esa idea me gusta- dijo Rapsky.
Recordé la charla que había tenido con Richard, él seguro estaba haciendo algo que tenía que ver con todo esto, y muy probablemente no estuviera en el país… aunque de eso no estaba segura…
-Richard está en algo peligroso, conociéndolo seguramente está haciendo alguna locura como entrar en SPEAR, muy probablemente todo esto sea mucho más grande de lo que alcanzamos a ver- les dije.
-Lo sé, por eso tenemos que ganar tiempo. Yo puedo matar a Armour Woman sin cobrar la recompensa, podemos dejar la armadura en algún lado…
-¿Supongo que vamos a entregar una réplica falsa no?- dije.
-No sé, Makarov se está encargando de eso- dijo Candy.
-Makarov decime que no estás replicando la armadura tal cual- dijo Taichi.
-Eso estoy haciendo exactamente…- respondió desde la pantalla.
-¿Estás loco? ¿Cuánto Vodka tomaste?
-Bueno, no importa, rompela, sacale partes, no sé…- dijo Urss.
-Ok…
-No me gusta la idea de que no cobremos la recompensa, se podrían dar cuenta- dije.
-No me parece, es alguien que mató a Armour Woman y que solo quiere demostrar que la tiene más larga que todos- dijo Taichi y Urss estuvo de acuerdo con él.
-Pero si seguimos la traza de la recompensa podríamos rastrearlos.
-No creo que paguen la recompensa sinceramente…- dijo Taichi.
-Eso es verdad, pero es una pista más que podríamos seguir…
-Para eso le vamos a poner un rastreador a la armadura. Podríamos dejar la armadura en el medio de la ciudad, y cuando intenten abrirla va a explotar antes de que vean el rastreador…
-Ok, entonces tenemos que filmar una pelea en algún lugar- le dije.
-Entonces dejemos la armadura en un vehículo en la plaza principal, o algún lugar así. También podrías filmarte vos en primera persona pintando con aerógrafo en la armadura algo así como “Yo maté a Armour Woman”- dijo Urss.
-Candy, necesito saber como se escribe eso en chino- dijo Taichi.
-Ok- dijo ella y tecleó en la notebook.
-Makarov ¿en cuántos días vas a tener la “armadura”?- le pregunté.
-Tres días.
-Bueno, entonces iniciamos la maniobra en tres días. Rapsky, a partir de ahora sos el líder del plan de la venta de los Cyberimplantes, fijate que información podemos conseguir de ese que apareció en el video. Mientras tanto yo los voy a ayudar pero no como Armour Woman, tengo otras habilidades aparte de usar esa armadura…
-Contame sobre esas habilidades- dijo Urss sonriendo.
-Fui policía, pero ese otro yo ya está muerto.
-Entiendo lo que decís…- dijo Rapsky.
En ese momento Taichi atendió el teléfono, su cara cambió al instante, cuando cortó agarró un arco, se calzó los rollers esos que usaba y se dirigió a la puerta.
-¿Qué pasó?- le pregunté.
-Mi novia está en peligro.
Y salió sin decir más.
-Candy, rastréalo y decime donde va.
Bloodearth también quería venir, así que Urss le inyectó un líquido que hizo que su cara se desfigurara. Ahora era mucho más feo, pero era más difícil que lo reconozcan en la calle.
Fui hasta el estacionamiento y me llevé la Harley negra de Richard y me dispuse a seguir a Taichi. Él me había ayudado a mí, ahora era mi turno de darle una mano a él.

-Rapsky, estoy llegando, ¿cómo está la situación?
-Están cortando la calle.
-¿Cuántos?
-Hasta ahora vi seis.
-Fijate si podés contactar a alguien de adentro.
Corté la comunicación y aceleré, cuando llegué Taichi estaba en plena batalla contra dos hombres, otros dos que estaban en la esquina parecían dispuestos a dispararle. Había sido imprudente, pero qué puedo decirle, yo hubiera hecho exactamente lo mismo si hubiera sabido que Richard estaba en peligro. Hice una maniobra con la moto y esquivé algunos disparos, otros me dieron. Sabía que no iba a poder hacer mucho, sin la armadura era muy vulnerable, pero sí podía hacer algo más por él, llegar hasta su chica con la moto y protegerla, creo que eso es lo que él hubiera querido. Aceleré y me metí por la calle algunas balas más me dieron y otras zumbaron alrededor. Escuché disparos desde el otro lado de la calle, seguramente era Rapsky que se había quedado en el otro flanco.
Entré con la moto al bar y más disparos me alcanzaron, no sé qué fue lo que me dio en la pierna pero el dolor era atroz. Con el impulso logré llegar hasta la barra y ponerme a cubierto. El hombre de la barra me apuntó.
-Soy amiga de una chica que baila acá, vine a ayudar.
-Tomá esto entonces- y me dio otra arma, era mejor que la mía así que lo aproveché.
Empecé a disparar a los que estaban armando el tiroteo y en un momento veo una mole de carne de más de dos metros atravesar la pared, creo que Bloodearth se tomó demasiado literal lo de “entrar por atrás”. Tomó un hombre de escudo y comenzó a atravesar el salón aplastando a cualquiera a su paso. El escudo le sirvió para aguantar los disparos, después usó la masa amorfa del pobre “escudo” para golpear a los que aún quedaban con vida.
Cuando ya no quedaba nadie tomé un vaso y me serví whisky de una botella que goteaba.
-Supongo que va por la casa…
No pasó mucho hasta que escuché ruidos de ametralladora arriba. Todavía quedaban más. Me dispuse a ponerme de pie, apenas podía caminar.
-¿Hay civiles arriba?
-Arriba están las chicas…
Algo cayó del primer piso, cuando me acerqué a la puerta vi a Taichi que golpeaba una y otra vez lo que había sido el rostro de algún hombre.
-Sería bueno que vayas a ver como esta tu novia en vez de hacer eso- le dije, pero no me escuchó. Estaba en trance. Volví a entrar al bar y le pregunté al hombre de la barra:
-La novia del chico japonés que viene siempre por acá, ¿cómo es, cómo se llama?
-Su nombre es Natalie…- y me la describió.
En fin, que golpeara al tipo todo lo que quisiera para descargarse, yo iba a ir por su chica, era lo menos que podía hacer por él después de lo que él hizo por mí.

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